miércoles, 27 de enero de 2010

Media Naranja.

Érase una vez un hombre muy solitario que empezó a caminar por el desierto y se perdió. Y en su desesperación, se encontró una lámpara mágica. La frotó, y apareció un mago que le concedería tres deseos.
Primero, el hombre solitario pidió tener una bonita residencia fuera del desierto. El genio hizo que aparecieran allí.
El hombre, maravillado, pidió tener amistades. El genio le regaló unos amigos.
Y para finalizar, el Solitario pidió encontrar su Media Naranja.
Cuando los deseos se acabaron, el hombre se deshizo de la lámpara, para que otros la pudieran encontrar...

Dicen que el hombre aún vive sólo, en la calle, hablando con las paredes, y acostándose con una fruta.